El proyecto consiste en la reforma interior de un piso de los años 60 con una estructura racionalista, en el Ensanche de Barcelona.
Inicialmente estaba compuesto por cinco habitaciones, una sala de estar comedor, una cocina cerrada y dos baños. El proyecto desnuda el inmueble manteniendo únicamente el cerramiento exterior y los muros de carga para adecuar un nuevo programa con tres habitaciones, dos de ellas en “suite” con baño completo y vestidor, un baño de cortesía, una sala de estar comedor y una cocina independizable. La amplia terraza de la habitación principal completa el programa con un espacio filtro entre el interior y el exterior utilizable en cualquier época del año.
La propuesta tiene como eje vertebrador del proyecto, un pasillo polifuncional, con espacios de almacenamiento, distribución, transición y acceso a los diferentes espacios del programa a través de un delicado mueble de diez metros de longitud que en cada tramo se adapta al programa de necesidades de su ubicación: botellero, buffet, armario, estantería, puerta, paso.
Madera y cerámica hidráulica predominan en el conjunto de la vivienda combinados con paños blancos de pared y paneles de armarios; todo ello realzado a través de la propuesta de iluminación indirecta que predomina en todos los espacios.
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